En marzo de 1885 un grupo de ciudadanos, convencidos católicos, preocupados por el desarrollo social de la villa comenzaron a dar los primeros pasos para crear la comunidad de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas en la Villa de Crevillente.
“ La raíz inicial y causa próxima de la llamada de las CMT a la villa de Crevillente se encuadra en el campo asistencial y sanitario, en el esfuerzo e iniciativa de remodelación del primitivo hospicio u hospital por parte de un grupo de ciudadanos, convencidos católicos, preocupados por el desarrollo social de la villa, en aquel entonces de 9.084 habitantes, con un fuerte sector empobrecido, amenazado y diezmado por las epidemias del siglo XIX. Más en concreto por la que desde 1884, como cólera morbo, invadía España haciéndose general durante l885. Históricamente es conocida como una de las más graves, se habla de más de 120.000 muertos.” (HistoriaCMT. Tomo III-2,1751)
Como consecuencia de ello en el mes de junio se llega a hablar ya de un “caos sanitario” y una fuerte epidemia en el interior de la provincia de Alicante. Por aquel entonces, Francisco Lledó Quesada, alcalde del pueblo, inquieto y preocupado por buscar solución a la pandemia prácticamente generalizada, secundado por la corporación municipal, hace una llamada a la población.
“Con carácter de urgencia, se apremiaron las obras del lavadero público por motivos de higiene y sanidad, la construcción del puente en el Camino de Orihuela, que atraviesa la Rambla que cruza la población, con el fin de atajar nuevos focos de infección. Pero el mayor empeño se puso en la construcción del nuevo Hospital de la Caridad.” (HistoriaCMT. Tomo III-2,1753)
Se trataba de la puesta en marcha del nuevo Hospital de la Caridad; para ello el párroco de Ntra. Sra. de Belén D. Antonio Bascuñana García a instancias del Alcalde, con quien presidía la comisión de servicios urgentes y en nombre del Concejo, es el encargado de iniciar los trámites y solicitud a la Superiora General Hna. Teresa de la Asunción Font Cabasés que residía en la casa general, entonces en Tarragona. Durante el mes de agosto se intensificaron las comunicaciones y la respuesta por parte de la Congregación no se hace esperar. “ La fundación se aceptaba con dos incisos: tener casa propia como residencia de las hermanas y poder iniciar en alguna de las salas enseñanza cristiana para párvulos y niñas. En septiembre de 1885, el proyecto era ya cosa decidida.” (HistoriaCMT. Tomo III-2,1754)
No sin dificultades, como toda fundación teresiana, las Hermanas llegaban a Crevillent el 29 de noviembre de 1885, domingo, día del Señor. Nos cuenta la historia que para todo el pueblo aquella fue una jornada memorable. Después de celebrar la santa misa en acción de gracias. Se inauguraba el nuevo hospital junto a la ermita de Santa Anastasia.