Qué hermosa misión la de acompañar a nuestros alumnos en el encuentro con Jesús y en el despertar de su fe. Sin duda el mes de mayo es un tiempo privilegiado para que en este caminar diario otorguemos un lugar especial a María, sencillamente por ser nuestra Madre, que vela por todos nosotros, y porque todas las gracias que Jesús nos da pasan por las manos de Ella. Es por eso, que se merece todo un mes en su honor.
El mes de mayo es celebrado cada curso en nuestro colegio como el mes de la devoción mariana. Este año hemos profundizado a través del Devocionario Palautiano “ Las flores del mes de mayo”. Cada día del mes tiene asignado una flor, que simboliza una virtud. Ofrecerle a María cada una de esas flores ha exigido un compromiso de imitación que se ha ido desarrollando a través del momento de la oración de la mañana, culminando en el día treinta y uno con la CORONA de todas las flores que figuran en María, a la que proclamamos como Reina, modelo y forma de todas las virtudes.
Este día celebramos la tradicional procesión y ofrenda de la Virgen Niña, tras la celebración de la Palabra oficiada por el párroco d. Miguel Riquelme.
Nuestros alumnos de 4º de Primaria recién tomada la Primera Comunión, fueron los protagonistas de un acto que sigue arraigándose con fuerza en nuestro Colegio, cargado de sentimiento y fervor. Todos ellos vestidos con sus radiantes trajes, ocuparon un lugar preferencial en la Procesión, acompañando al trono de la Virgen Niña, que fue portado con gran elegancia y entusiasmo por un grupo de alumnas de 4º de ESO. Tras haber hecho entrega todo el alumnado de su ofrenda floral, formaron entre todos un hermoso y blanco mosaico a los pies del Trono de la Virgen Niña.
Un momento entrañable fue el rezo del decenario, elaborado previamente por los propios alumnos, cuyo fin es introducir y continuar este devoto aprendizaje entre todos ellos.
Finalmente nuestro magnífico coro puso el tono solemne con un precioso cántico cantado a capela dedicado a la Virgen Niña recién coronada.